18 dic 2007

Etiquetas

Combinación, estoy en una cantina sentado en un equipal con las piernas estiradas, unas nalgas alegres en mi mano derecha, una papa cocida en mi mano izquierda, escuchando perfume de gardenias, y mirando a dos homosexuales mientras se abrazan y besan apasionadamente al ritmo de un bailoteo lento.

No me considero homo fóbico, aunque de cierta forma me incomoda el ver a dos hombres besarse. Tampoco presumiré que soy un voyerista (al menos no voyerista homosexual), por lo que puedo decir que la reacción que tengo ante esas actividades es un poco menos que irrisoria. Como acto reflejo a la incomodidad en esta ocasión estuve tentado a burlarme.

Aunque muchas veces burlarse de algo que no entiendes o no quieres entender, es algo muy beneficioso para tu salud mental, nunca es recomendable burlarte de un homosexual en un lugar público, aparte de la humillación recibrás después de la golpiza que te ponga siendo que el marica es él (experiencia de una tercera persona que conocí).

Sin embargo, olvidando los pros y los contras que conlleva la burla a los demás ya sean homosexuales o no, sentía que el verlos besarse y abrazarse me daría algunas respuestas que ando buscando. Aclaro, La respuesta no es hacerme homosexual. Lo repito; No me haré homosexual.

La respuesta, esta en el título de este artículo; etiquetas. Todas las personas, sin importar, sexo, raza, tendencia sexual, etc, vestimos etiquetas, por tanto, al igual que en una tienda donde todos los productos tienen un papelillo identificador, así en el gran centro comercial llama Planeta tierra, los productos, llamados individuos, tenemos un papelillo que nos muestra, define e identifica ante los demás.

Rasgos físicos, imágenes, costumbres, acciones, y todo lo que nos rodea, que pueda ser visible, forma parte de esta etiqueta. Sin en tomar en cuenta que la sociedad, viéndola desde un punto de vista como un animal colectivo, que se deja llevar por superficialidades, primeras impresiones que muchas veces no reflejan la realidad, cuestiones sin importancia, y otras tendencias enfermas debido a su dependencia por fuentes externas como la publicidad, las etiquetas que auto imponemos a nuestra expresión física (lo que los demás pueden ver de nosotros), son suficiente y desgraciada o agraciadamente, la forma como los demás nos ven.

Resulta que es útil preguntarse así mismo como lo ven los demás, claro si deseas estar aburriendo a las personas que te rodean para que hablen de ti todo el tiempo, o que en su defecto puedas leerles la mente. Personalmente a estas alturas de mi vida, (casi un tercio de siglo), creo que las preguntas correcta son estas: ¿Qué etiqueta muestro a los demás?, y ¿Por qué muestro esta etiqueta?

Ya sea un satisfactor real o imaginario, con consecuencias positivas o negativas, las etiquetas auto impuestas, son un reflejo, de lo que deseamos mostrar. Un reflejo que si lo observamos con una lupa llamada reflexión, nos podrá abrir un mundo microscópico de acciones y consecuencias que nos llevan a mostrar la imagen que actualmente poseemos.

Volviendo a los homosexuales, ¿Qué podemos leer como etiquetas?, 1. etiqueta de seguridad (no todos los hombres besan a otro hombre en un lugar público) 2. etiqueta de identidad (solo las parejas muy maduras pueden llegar a tener ese sentido) 3. etiqueta de confianza (confiar en que nadie los golpeará tomara represalias por su comportamiento, infundadas o no), 4. etc. 5. etc.

Concluyo que la forma en que portamos nuestra expresión física, es la forma en que influiremos sobre como nos ven los demás, por lo que los reto a cada uno de ustedes (al igual que lo hago que el tipo que veo diario en el espejo) a reflexionar sobre las etiquetas que tenemos ¿las queremos?, ¿nos gustan?, ¿las podemos cambiar?, las respuestas a estas preguntas son: depende de ti.

Escrito despues de haber tomado
2 Nalgas alegres
2 bohemias oscuras
Los equipales

2 comentarios:

bagalumi dijo...

Hola Héctor,

Estoy totalmente de acuerdo contigo, considero que nuestra etiqueta personal está definida por cuestiones conscientes e inconscientes, creo que podemos cambiar ambas haciendo una profunda reflexión.

Ahora, la pregunta que has dejado en el aire me parece sumamente interesante, más aún ahora que inicia un nuevo año y estamos llenos de propósitos y nuevas metas.

¿Qué me gusta de mi, y qué no? ¿Por qué he decidido mostrarme al mundo en esta forma y no en otra? uhhh, algo aterrador no? Espero tener el valor y la objetividad para responderme esto.

Saludos y gracias por la reflexión.

Anónimo dijo...

Me gustó la intro, como novelero que soy. La confirmación de tu sexualidad es lo mejor. Tampoco soy homofóbico, pero prefiero la compañía de los hetereos. De tus etiquetas siempre lo hemos platicado tenemos que mostrar la verdadera, no hay mejor opción. Y preocuparnos cuando la gente encuentra un significado diferente a lo que creemos estar mostrando, ahí hay un problema mayor. Saludos del Darillo