14 nov 2008

Negación

Dime lo que quiero escuchar, llena a tu voz con las palabras que en sutiles ocasiones sembré en tus jardines llamados labios. Que los huesecillos que forman parte de mi aparto auditivo, vibren con la acústica y la convicción de tus oraciones.

Mírame como quiero ser apreciado, impregna a tus ojos con aquella humedad e intensidad que contienen a una lágrima, con ese líquido mágico que encierra a la luz y detiene el tiempo.

Tócame como deseo ser tocado, que tu piel devore a la mía con caricias y la sal de tu sudor se mezcle con la mía. Que uno sea nuestro suspirar, y nuestros latidos sean armónicos al momento que nos rodea.

Déjame sentir que escuchas, miras y tocas con afán, que aunque mi razón sepa que todo aquello es ficticio, en mi locura tu antojo por mí solo pueda ser satisfecho con la expresión de mi pasión constante.

Porque has de saber que en el rayo no existe la luz sin el trueno, en una revolución no existe victoria sin derramamiento de sangre y en la negación de un hombre a su realidad actual, cualquier locura por efímera que parezca es un alter ego que eyacula un poco de esperanza.

Pues nadie es exento de caer dos veces en el mismo lugar.

Escrito después de haber bebido una cerveza
Hoy me atrevo a recordarte,
quiza mañana no pueda hacerlo,
¿Qué puedo hacer?,
El día de hoy me regalaron una cerveza.

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